Eran las 21.00 de una noche que prometía ser divertida, una mani de dudosa procedencia nos cortaba el paso a la vez que la lluvia infernal empañaba la luna de la furgo, se acababa el mundo pero nosotrxs ,solo acabábamos de llegar y tocar, era nuestro único destino.
Gracias a Kauce y Airare Nuf por sus espadas, a lxs fotógrafos (T&P)por sus escudos y al maravilloso público exclusivo por sus gritos de guerra.